Acompañar los miedos.

Se acerca Halloween, esta fiesta que poco a poco se ha ido introduciendo en nuestras vidas, y que ahora celebramos con ilusión, donde fantasmas, brujas y monstruos tienen todo el protagonismo y el miedo es el principal protagonista.
 
El miedo es una emoción desagradable, provocada por un peligro real o imaginario. Cuando un niño o una niña se siente amenazado, puede huir o paralizarse causándoles un miedo que se interiorice y pueda manifestarse en otros momentos, incluso cuando el peligro ya no exista.
 
¿Y cómo acompañamos estos miedos en los niños y las niñas?
Para empezar:
No tapar dichos miedos, no decirles que no pasa nada o que sean valientes, sin forzarles a que se enfrenten a situaciones que temen, esto puede perjudicarles guardándose estos miedos sin poder asumirlos o aceptarlos.
Como adultos debemos acompañarles validando esa emoción que están sintiendo y haciéndoles sentir seguros, que sepan que estamos con ellos y haremos todo lo posible por su seguridad y por la nuestra. También podemos dotarles de herramientas externas para que se sientan más seguros, como una linterna, si tienen miedo a la oscuridad.
 
Antes de que llegue Halloween, podemos hablar de la festividad, contar cuentos, preparar decoraciones de fantasmas, vaciar calabazas con caras terroríficas y también preparar disfraces, pero sobre todo sin forzarles a hacer algo que les de miedo.